Está claro, que aquella noche lo que triunfó fue la valentía y la espectación... Sumándose a ellas, esas sensaciones que creí que ya no podría volver a sentir y que
tú despertaste de su sueño eterno. Esta vez, no se que fue, la vergüenza y nerviosismo acabado en comodidad, lo que llevo arrastrando desde aquella vez, o quizá ambas.
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